jueves, febrero 16, 2006

Los «secretos» Vaticanos



- A los catorce años Mozart era ya un afamado genio precoz que viajaba con su padre para dar distintos conciertos por ciudades y cortes europeas. Fue a esa edad cuando, pasando por Roma, acudieron ambos a la Basílica de San Pedro del Vaticano para escuchar un concierto que se ofrecía en la Capilla Sixtina y en el cual se interpretaba un famoso Miserere, obra de Allegri, cuya partitura era celosamente guardada y sobre la cual pesaba la prohibición de copiarla o reproducirla fuera del Vaticano. Tras el concierto, y ya en su alojamiento, el joven Mozart fue capaz de transcribirla de memoria nota por nota sin equivocarse, con lo que la partitura dejó de ser secreta y Allegri alcanzó cierta posteridad que de otra forma se le hubiese negado.

(1) guíaudición.com

1 comentario:

Adriana Degetau dijo...

siempre se aprende algo nuevo.
vivan esos listillos que ponen al sistema de cabeza!