jueves, marzo 09, 2006

Arise, arise, arise, O Riders of Theoden!

Platón es un filósofo griego que siempre me ha parecido pesado. Su modo de escribir es pesado, sus libros son pesados, seguir el curso de su pensamiento es enrevesado y pesado, decididamente. Pero creo que, con todo, tienen razón aquellos que ven en él a un maestro. Polo dice que el platónico juega una buena carta (y enseguida dice que no la mejor, y se carga la teoría del conocimiento y la ontología platónica, pero eso es otro asunto).

Lo cierto es que Platón es el padre de la política occidental: del pensamiento político, de la responsabilidad política, del desenmascaramiento ideológico y, ¿por qué no?, de las posibilidades del fascismo y de los integrismos. Creo que la República, por no ir más lejos, puede leerse en clave integrista y anti-integrista.

Pero lo que Platón nunca olvida es que el hombre el que en su propia vida da sentido a la realidad política (o civil). La política entonces, por más que sea dicho, no puede ser un juego. Este es el gran error, creo, de Raskolnikov y de Dolgoruki (y, en general, del ideal romanticista-eslavófilo). En el fondo, todo está contenido en la frase de la misma República, que podemos parafrasear:

El mayor precio a pagar por renunciar a la participación política es ser gobernado por tus inferiores.


O, en palabras de la nueva campaña de "Tu rock es votar": Si no votas, cállate.

2 comentarios:

Guillermo Núñez dijo...

Seguramente Platón también era pesado. Y al final de su vida, gordo. Y más pesado. No sé, a mí la mayor parte de las personas me parecen pesadas. Yo sólo puedo cargar bebés, pero no por mucho tiempo.

Unknown dijo...

Excelente: Polo dice que el platónico juega una buena carta (y enseguida dice que no la mejor, y se carga la teoría del conocimiento y la ontología platónica, pero eso es otro asunto).