viernes, diciembre 19, 2008

V for Vendetta, desmenuzando esa gran película

Una vez más, como ya varias veces lo he hecho, he visto el final de V for Vendetta. Hoy, como siempre, me estremecí al contemplarlo. Hoy de manera particular me he fijado en las excelentes figuras que maneja en el final. Las máscaras. Las máscaras son una excelente figura; todas aquellas personas que camina al final con la máscara de Vendetta figuran la alienación en la que se puede vivir. En el caso de la película, parecen representar ese silencio ante la imposición del pensamiento de un sistema, en general esas máscaras representan esa serie de prejuicios que por imposición, o no, poseemos. Despertar es uno de los ejes que con más insistencia se manejan en la película. Despertar es la noción, desde mi perspectiva, más importantes de la película. La destrucción del parlamento es un despertador enorme, cuyo engranaje es movido por pequeños engranes que se convierten en pequeños despertadores a lo largo de la película. El momento culmen de la película sucede cuando la gente se retira la máscara; cuando parafraseando a Evey Hammond, todos se descrubren como Vendetta, y al descrubrirse como tales se deja de ser Vendetta para ser el yo que ha sido constituido con ese bautizo que es el abrir la conciencia.

Prometo escribir un artículo mucho más maduro y bien relacionado; por ahora solo reuno ideas y reflexiones quizá no del todo bien hiladas, de lo que podrá ser ese artículo

1 comentario:

Meruti Mellosa dijo...

Comentaré algo más cuando vea ese artículo. Por lo pronto quiero decir que la última vez que vi V me quedé pensando en lo mismo. Las máscaras del final; la idea, encarnada en una persona, posee una conciencia comunitaria y casi diría que absoluta e incluso un sentimiento social. Muy bien ahí.