"La pregunta filosófica, en efecto, no es destruida por Cristo, sino que es auténticamente asumida y llevada a su formulación más extrema en la pregunta del Calvario: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". En ella quedan asumidas las preguntas filosóficas ante los enigmas de la libertad humana y de la omnipotencia divina, del sufrimiento y de la muerte, de la culpa y la retribución, de la certeza y de la duda, y, en definitiva, la cuestión básica del ser y su sentido. En la boca del hijo abandonado la pregunta humana adquiere una densidad inaudita, de que nos es capaz ningún filósofo o justo sufriente..."H.U. Von Balthasar;
(agradezco a Alonso la cita textual, que ya anteriormente había publicado en su Hapaxes)
1 comentario:
Sí sabía ese güey
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